“LA TÉCNICA DE LA “TORTUGA”: UN METODO PARA
EL AUTOCONTROL DE LA CONDUCTA IMPULSIVA”
Hoy en la clase de Diseño y evaluación de planes
de acción, la docente Mamen nos ha explicado la
técnica de la "tortuga". Una técnica muy eficaz y
muy idónea para llevar a la práctica en Educación
Infantil. A continuación os explicare en que cosiste.
¿QUÉ ES LA TORTUGA?
Esta técnica utiliza la analogía de la tortuga, la cual como bien se sabe, se repliega dentro de su concha cuando se siente amenazada.
De la misma manera, se enseña al niño a replegarse dentro del caparazón imaginario cuando se sienta amenazado, al no poder controlar sus impulsos y emociones ante estímulos ambientales, etc.
Se enseña al niño a responder ante la palabra clave “tortuga”, encogiéndose, cerrando su cuerpo, metiendo la cabeza entre sus brazos.
Después de que el niño ha aprendido a responder a la tortuga, se le enseña a relajar sus músculos mientras hace la tortuga. La relajación es incompatible con la elevación de la tensión de los músculos necesaria para mostrar una conducta disruptiva/agresiva y, por tanto, decrece la probabilidad de la ocurrencia de esta conducta.
EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS
La técnica de la Tortuga puede ayudar a los niños a aprender a expresar sus sentimientos. Cuando un niño impulsivo da golpes sin mirar a quién, puede estar expresando una emoción legitima pero de una forma inadecuada y las consecuencias que se derivan de su acción pueden ser negativas para él y/o para los otros.
Con la técnica de la Tortuga se enseña al niño a canalizar la expresión de sus emociones de una manera apropiada. En esencia se trata de enseñar la distinción entre aserción y agresión.
RECOMPENSAS
Los niños no utilizaran la técnica si no son recompensados por realizarla. Se refuerza cualquier intento de Tortuga que el niño haga. Cuando se vea a los niños realizando alguna de las conductas disruptivas objetivo se les debe dar la indicación de realizar la Tortuga. Se puede decir algo como: “Tortuga” o “Ahora puedes hacer la Tortuga”. Se les incita a ello y se les refuerza inmediatamente si la realizan.
Es probable encontrar a los niños emitiendo la respuesta de la Tortuga para obtener el refuerzo. Esta situación es más probable que se de si se están utilizando refuerzos externos tales como caramelos, golosinas,… mientras que algunas de estas situaciones pueden ser apropiadas para la Tortuga, otras no lo son. Es preciso enseñar a los niños a discriminar entre las situaciones de Tortuga adecuadas de las situaciones de Tortuga inadecuadas. Antes de enseñarles la discriminación se debería tener la definición clara de respuestas apropiadas e inapropiadas de la Tortuga.
LA RELAJACIÓN
La relajación muscular es una habilidad que se aprende por la práctica repetida, como cualquier otra actividad. Con el fin de conseguir una relajación profunda, es preciso comenzar diferenciando entre estados de tensión y de relajación de cada músculo.
Esta habilidad se puede enseñar en dos fases:
• Se practica tensar y relajar los grupos de músculos variados en el cuerpo alternativamente y se van dando instrucciones para que se centren en las distintas sensaciones que se tiene si un músculo está tenso o si está relajado.
• Una vez que sepan relajarse siguiendo estas instrucciones, se les propondrá relajar los músculos sin tensar previamente.
Primera fase. Tensar y soltar
Para la primera fase del entrenamiento en relajación, después de contar la historia introductoria, se instruye a los niños primero a tensar los músculos lo más fuerte que puedan fijándose en las sensaciones que se notan con esos músculos tan tensos, y después que los suelten de repente, y que se fijen bien cómo va desapareciendo la tensión y lo bien que se van quedando esas partes del cuerpo que van relajando.
Los músculos se relajan siguiendo más o menos el siguiente orden:
• Apretar bien las manos.
• Doblar los brazos en arco en dirección a los hombros para tensar los brazos.
• Estirar las piernas como si quisieras tocar lo que tienes enfrente de ti.
• Apretar firmemente los labios uno contra otro.
• Cerrar los ojos fuertemente.
• Empujar el estomago hacia arriba.
• Coger aire profundamente, llenar los pulmones, retenerlo.
Es importante presentar las instrucciones de relajación, despacio, con voz monótona, y con pocos cambios en la inflexión de la voz.
Fase II: Relajando
“relaja tus manos. Fíjate en lo a gusto que se está. Siente como se relajan tus manos, en el cosquilleo que notas, lo agradable que es.”
También se podría decir lo siguiente:
“Voy a contar al revés de 10 a cero, con cada número que diga vais a intentar estar cada vez más y más relajados como la pequeña y bonita tortuga”.
Se pueden utilizar también escenas agradables en imaginación mientras que van soltando los músculos, por ejemplo, “Imagínate que te estás comiendo un helado, muy rico”, “que estás tumbado en un prado verde, con la hierba muy suave y fresquita, y hace un sol muy bueno…” está demostrado que imaginar este tipo de escenas aumenta la relajación de los niños.
Cambio en el sistema de refuerzos
Es importante cambiar el sistema de refuerzos, se va a pasar del uso de un refuerzo social (alabanza del adulto, reconocimiento de los hermanos, etc.) o material (caramelos, golosinas,…) de forma continuada, al uso intermitente del mismo, llegando un momento en que cese totalmente su utilización.
” Al oir “tortuga” el niño se para y se mete en su caparazón a pesar”
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